El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha opinado este miércoles que las multas impuestas por el ayuntamiento por las fiestas en pisos “empiezan a ser disuarias”.
Desde la pasada semana, las multas en base a la ordenanza de ruidos de la capital gallega llegan hasta los 750 euros y durante el fin de semana ya se han aplicado varias sanciones con el castigo máximo.
Las mismas, en opinión del regidor, “empiezan a ser disuasorias” en tanto que han descendido el número de este tipo de eventos.
Así las cosas y cuestionado sobre la posibilidad de que se cobre una entrada de cinco euros por acceder a una de estas fiestas en domicilios privados, Bugallo ha recordado que para compensar una multa de 750 euros tendría que haber 150 personas en un piso por lo que a los universitarios les “va a costar” que les compense.
La intención del gobierno local es mantener estas sanciones a fin de que la tendencia a la baja “siga siendo así”.
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