La Junta de Castilla y León ha garantizado este miércoles que los consejos reguladores de la denominaciones de origen e indicaciones geográficas alimentarias que operan en la comunidad son imparciales y velan por la calidad del producto.
De esta manera la Consejería de Agricultura ha respondido al acuerdo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de impugnar ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León el artículo 49 del Reglamento de las denominaciones de origen y de las indicaciones geográficas de calidad alimentaria de Castilla y León.
El artículo 49 del Reglamento aprobado por la Junta de Castilla y León reserva en exclusiva al consejo regulador de cada denominación de origen protegida (DOP) o indicación geográfica protegida (IGP) el control de que los productos cumplen con las características y los requisitos de calidad exigidos, según dicha Comisión.
Según fuentes de la Consejería, los consejos reguladores están suficientemente acreditados para llevar a cabo el control del cumplimiento de las características y requisitos de calidad exigidos a las denominaciones de origen e indicaciones alimentarias ante organismos nacionales e internacionales que vigilan las normas de calidad.
Además, según dichas fuentes, suponen un refuerzo de las controles de calidad alimentaria, lo que la Consejería de Agricultura y Ganadería dejó patente el pasado 6 de mayo en su respuesta al requerimiento previo de la CNMC.
Han recordado que el citado reglamento cuenta con el dictamen favorable de organismos independientes, como el Consejo Consultivo, y no ha encontrado la oposición de la Comisión Europea.
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